Hace 3 años fueron secuestrados en Colombia igual numero de ciudadanos Norte Americanos, esto quizas para la mayoria de colombianos no sea una noticia de primera plana luego de tanto tiempo, pero eso es lo que nos diferencia de otros paises, donde cada uno de sus ciudadanos es recordado por todos, sin importar el tiempo que transcurra hasta su regreso a casa.
Hoy hacemos un llamado a los colombianos, para que recuerden a cada una de las victimas de este conflicto, donde civiles y militares estamos involucrados y como tal hemos sido parte de sus victorias y derrotas.
Hoy pedimos por las familias de estos tres hombres que pasan un tercer dia de San Valentin, sin saber nada de sus seres mas queridos.
Suerte y animo para ellos en cualquier lugar de nuestra geografia.
A continuacion citamos el documento de la Embajada Americana
Declaración del Ministro Consejero Milton K. Drucker
Hoy, Tom, Keith y Marc cumplen tres años como rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); son los rehenes estadounidenses que han durado más tiempo en cautiverio en el mundo. Nuestro compromiso de devolverlos a sus familias y a la libertad no varía.
Cuando recordamos a nuestros conciudadanos Tom, Keith y Marc, también queremos recordar a Tom Janis y Luis Alcides Cruz, quienes fueron asesinados por las FARC poco después de que su avión se estrelló el 13 de febrero de 2003. Recordamos a Tom y a Luis como héroes que no murieron en vano, sino por la causa de la libertad.
Esta Embajada está en la línea del frente de la lucha para que el mundo sea un sitio más seguro. Como individuos nos hemos comprometido a que Estados Unidos de América sea más seguro, al tiempo que defendemos los ideales de nuestra nación. Como socios del gobierno colombiano nos hemos comprometido a lograr esos mismos objetivos: vencer a los males gemelos de la droga y el terrorismo. Su inexorable compromiso con la paz duradera, libre de la droga y el terrorismo, es nuestro propio compromiso; el dolor que sienten cuando uno de los suyos muere, también es nuestro dolor.
Estamos unidos con nuestros homólogos colombianos en su intensa decisión de fomentar el estado de derecho y la causa de la libertad, y vencer a los terroristas.
Nos hemos comprometido a deshacer el daño que ya han hecho los terroristas. Sin duda, tenemos un socio en el gobierno de Colombia en nuestros esfuerzos por recuperar a Tom, Keith y Marc. Nuestra convicción compartida de liberar a quienes están en cautiverio contra su voluntad, y nuestro deseo de ver a todos los ciudadanos viviendo libres y en paz, proporcionan un lazo único entre nuestros gobiernos. Ciudadanos estadounidenses y colombianos han sentido la pérdida y la ausencia de sus seres queridos a manos de los terroristas y ese dolor compartido ha fortalecido la decisión de nuestros gobiernos de devolverlos a sus hogares sanos y salvos.
No debemos olvidar ni por un minuto los extraordinarios esfuerzos emprendidos por la Fuerza Pública de Colombia en el último año para establecer la paz y la seguridad para sus ciudadanos. Los soldados perdidos por la Fuerza Pública colombiana en Teteyé, Vistahermosa y Urabá demuestran que ellos están luchando para que sus conciudadanos puedan vivir sin el miedo del secuestro, la extorsión, el asesinato y el terrorismo.
Estamos agradecidos con los equipos de líderes de alto nivel, civiles y militares del Ministerio de Defensa y con el resto del gobierno colombiano por su continua cooperación. También estamos agradecidos con el compromiso personal del presidente Uribe de incluir a nuestros rehenes estadounidenses en cualquier iniciativa de intercambio humanitario, a pesar de que, hasta ahora, las FARC han rechazado todas las propuestas que se les han presentado.
Hoy, al renovar nuestros esfuerzos por encontrar a nuestros amigos, nuestras mentes deben llenarse más de decisión que de tristeza. Y no olvidaremos que fueron las FARC las que asesinaron brutalmente a Tom Janis y a Luis Alcides Cruz, y que son ellas quienes retienen todavía a Tom, Keith y Marc. A ellas las consideramos responsables de su liberación a salvo.
Tom, Keith y Marc, no los hemos olvidado, no los olvidaremos, volverán a casa.
Bogotá, DC13 de febrero de 2006
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