viernes, febrero 16, 2007

De Nunca Acabar


Como este tema es de tanta importancia para los colombianos y claro para quienes en el mundo se ven afectados por este delito, publicamos esta carta que salio ayer en la Seccion de Opinion de El Colombiano.

Rescate o no rescate

Por Javier Alberto Correa Castro

Pasan los días que son largos, pero muy largos, casi no terminan y se vuelven meses que parecen años y años que dan la impresión de ser siglos y todo sigue igual... No hay noticias para el secuestrado, no hay respuesta a sus angustias, no se percibe que se viva en un país habitado con autoridad, lo único es la soledad y la dependencia total de una guerrilla inhumana que sólo piensa en ellos, pasando por encima de todos sin importar nada, no existen derechos humanos, no somos personas, somos material de canje o en otras palabras instrumentos negociables...¿Será posible que en pleno siglo XXI en nuestro querido país siga ocurriendo este terrible crimen? ¿Y además, se culpe al gobierno por no negociar o ceder a los planteamientos de una guerrilla trasnochada?Cada día pienso más en los secuestrados y me lleno de angustia, porque lo viví y sé lo que es eso. Estar completamente aislado, en manos de criminales que se creen salvadores del mundo y dueños de la vida y de la libertad de todos los colombianos de bien. Que en cada momento pueden decidir sobre nuestras vidas, porque según ellos pueden hacerlo y tienen las armas y la falta de humanidad que los hace ser los dioses, porque son unos cobardes de siete suelas y sólo se benefician o lucran de los indefensos secuestrados.Se habla de no al rescate y yo pienso que si es posible debe intentarse, que los que están en el monte sepan que existe un Estados que hace cumplir las leyes y es capaz de capturar y castigar a los secuestradores. Que no exista impunidad para estos delitos atroces y que los cabecillas de estos grupos paguen el horror que han hecho vivir a muchos pero muchos compatriotas. Que la paz no se negocia, que la paz no es impunidad, que la paz es justicia y bienestar para todos.Si esta pregunta se le hace a mi esposa o a mis familiares, posiblemente la respuesta sería no al rescate, pero es el punto de vista de quienes no han estado allí. Desde dentro, para el secuestrado, ya la vida perdió valor y ver pasar los días duele y lo que espera uno es que se resuelvan las cosas, que ese purgatorio se acabe, como sea, pero que se acabe.

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