jueves, agosto 17, 2006

Y sigue el Cuento del Desarme

Esto viene de Pereira, donde mañana se realizara una jornada para definir si se desarma o no a las personas que tienen sus portes o slavoconductos otorgados por las Autoridades Militares, para tal fin asistiran, como es de esperar, el Alcalde Fajardo y el Alcalde Garzon, entre otras personalidades, es por ello que ponemos en su conocimiento el siguiente texto.
MEDITANDO
LOS DELINCUENTES NOS PREFIEREN DESARMADOS
POR :OTONIEL ARANGO COLLAZOS
Es una verdad de Perogrullo, que a cualquier delincuente le gustaría encontrar a su víctima desarmada y en lo posible muerta de miedo, es decir indefensa. Pero sucede que el derecho a la legítima defensa, es un derecho fundamental, consagrado desde la propia Declaración Universal de los Derechos del Hombre en Francia el 5 de octubre de 1789 en su artículo segundo que dice textualmente: "La finalidad de todas las asociaciones políticas es la protección de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre; y esos derechos son libertad, propiedad, seguridad y resistencia a la opresión". Derecho consagrado también en la Declaración Universal de los Derechos humanos Adoptada y proclamada por la Resolución de la Asamblea General 217 A (iii) del 10 de diciembre de 1948, en su artículo tercero : "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona"; por último nuestra propia Constitución Nacional, señala rotundamente en el artículo216, inciso segundo que: "Todos os colombianos están obligados a tomar las armas cuando las necesidades publicas lo exijan para defender la independencia nacional y las instituciones públicas", de tal manera que portar o tener armas de fuego con permiso de la autoridad competente (Ejército Nacional), no es ningún pecado y lejos está, infortunadamente, el día en que todos los seres humanos hagamos el amor y no la guerra o pongamos la otra mejilla como nuestro señor Jesucristo; y a propósito de religión, me acuerdo ahora de la anécdota de cierta iglesia en el norte de los Estados Unidos donde se prohibió expresamente ingresar a la misa sin armas, pues en reiteradas ocasiones habían sido atacados por los nativos del lugar mientras celebraban los oficios religiosos. Aterrizando en la querendona trasnochadora y morena, se nos ha propuesto un embeleco por parte del señor "Asesor Metropolitano de Seguridad" quien ha falta de resultados concretos en materia de seguridad ciudadana y muy a pesar de las millonarias inversiones en "tecnología de punta", pretende ahora que los delincuentes como unas mansas palomas, vengan voluntariamente a entregar sus armas y el área metropolitana se convierta en una arcadia feliz, es decir que pretende trasladarle la obligación que corresponde a las autoridades de la república de proteger la vida honra y bienes de los ciudadanos a los propios ciudadanos, por la vía de dejar las armas lo cual seguramente será muy efectivo tratándose de buenos ciudadanos pero poco probable en tratándose de los delincuentes comunes y organizados de todas las pelambres. Las autoridades parten de un supuesto falso, pues piensan con el deseo, que a menor número de armas (me refiero a las autorizadas legalmente), menos número de homicidios, lo cual no es cierto. El delincuente rara vez acude a la industria militar para proveerse de armas ya que las obtiene en el mercado negro donde no deja ningún rastro sobre su identidad y actividades pero por causa de quienes andan armados sin permiso, pagan quienes con todos los requisitos y las engorrosas filas y esperas hasta de tres meses para obtener un permiso, pretenden defenderse legítimamente. En resumen es como si se pretendiera vender el Sofá para que la cónyuge no siguiera cometiendo infidelidad, cuando lo que se requiere es un mayor control a quienes se otorgan permisos para porte y tenencia de tal manera que INDUMIL tenga acceso a bases de datos sobre antecedentes judiciales y de policía, pues casos se han visto (aunque son la excepción), de individuos condenados por homicidio, con permisos legales para porte. Además la tarea de la policía nacional se debe encaminar a controlar a quienes ilegalmente portan armas, lo cual desde luego se ha venido haciendo, pero requiere mayor refuerzo, sobre todo cuando se sabe por ejemplo que en Pereira por lo menos el mayor porcentaje de homicidios ha sucedido tradicionalmente en la comuna del centro. J.R. Lott (citado por Alberto Carrasquilla en editorial del Tiempo, en su libro MORE GUNS, LEES CRIME, University of Chicago Press, segunda edición, 2000), señala con cifras contundentes que "entre mas armada esté la población, menor es el crimen que debe soportar y no al contrario, como se predica con frecuencia" dicha conclusión que parece ser de corte Pambeliano (Es mejor ser rico que pobre), se sustenta en estadísticas tanto criminales como de tenencia de armas y no sobre meras suposiciones como también suele hacerse por estos lares, donde han pretendido imponer la tal hora zanahoria, dizque para evitar mas violencia, cuando se sabe con cifras de medicina legal que la mayoría de crímenes se realizan antes de las diez de la noche. Por estas y otras razones de peso, como el ser una consulta populista, votaré NO AL DESARME el próximo 18 de agosto

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