miércoles, mayo 03, 2006

AL MEJOR ESTILO DE C.S.I.


Una vez aparece el cadaver del Sr. Jaime Gomez (asesor de la Señora Piedad Cordoba), conocida por algunos como "La Señora Morena", todos, amigos, senadora, ONG'S y familiares son expertos, al mejor estilo de la afamada serie C.S.I., todos pueden decir con certeza que las lesiones que tiene el cuerpo sin vida del desafortunado Jaime, son producto de una brutal muerte, que incluye torturas, y todo tipo de atropellos luego de fallecer. Se les olvida que quienes hemos visto algunos capitulos de la serie americana, sabemos que los cuerpos se descomponen y mas aun si estan a la intemperie, donde existen animales como las aves de rapiña, las ratas, los perros, los gusanos y demas que hacen del cadaver todo un festin.
Pero como estamos en "campaña pero de desprestigio" del gobierno, todo se puede catalogar como crimenes de Estado, pues es mas facil justificar ante la comunidad internacional un crimen politico que un simple accidente, de todos modos sea cual sea la respuesta pues Medicina Legal afirma que no hay señales de violencia homicida en los restos del difunto, estamos seguros que si no coincide con los deseos de la Señora Piedad C. no van a ser aceptados como tal por ella, la familia y su grupo politico.
Por lo anterior queremos anexar el siguiente texto que refleja un poco "la verdad" que ellos desean dar a conocer ante el mundo, pues parece que hay colombianos que gozan desprestigiando a nuestro pais.
La senadora Piedad Córdoba asegura que él fue asesinado, y hacen señalamientos velados a organismos del Estado sólo porque ser opositor los hace ‘intocables’ e ‘inmortales’. El hijo del señor Gómez dice que su padre no pudo tener un accidente porque conocía muy bien el bosque donde murió, porque estaba muy ‘joven’ y porque no habría corrido el riesgo de pasearse por una zona peligrosa. Son puras especulaciones sin fundamento. Los familiares agregan que ya habían buscado a su padre desaparecido en el área donde se halló el cuerpo y que en el mes que duró desaparecido alguien lo habría encontrado. En eso se basa la senadora Córdoba para deducir que su colaborador fue asesinado en otro lugar y para alegar, sin ningún criterio científico, que un cadáver no se convierte en esqueleto en apenas un mes. Ella teoriza que fue torturado y quemado con un ácido mientras que los familiares —fuentes no imparciales ambas— aseguran que encontraron un bidón que olía a gasolina y un sitio con señales de fuego.
Si bien es posible la presencia de una mano criminal en su accidente, lo cierto es que un elemento importante en criminalística no cuadra: el modus operandi. Los criminales del país jamás se han tomado tantas mañas para asesinar a alguien que ni siquiera tenía amenazas y que, a menos que haya información que no conocemos, no tenía la menor importancia como para tomarse tantas molestias para que su crimen pareciera un accidente.

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